Centro Social BertoaCarballo, A Coruña. Spain.

Abstract

La elegante sobriedad de este proyecto de centro social situado en el municipio de Carballo, utiliza el hormigón y la madera termo-tratada como revestimiento de una doble volumetría, diseñada en función de sus usos en tanto que aulario y auditorio. El edificio está situado en el borde del polígono industrial de Carballo, en las proximidades del núcleo rural de Bértoa. El centro social pretende dar servicio tanto a los trabajadores del polígono industrial como a los vecinos del núcleo de Bértoa, con actividades diversas que van desde clases de formación a actividades más lúdicas como baile o gimnasia. El proyecto propone un edificio que, además de ofrecer esos servicios, marque una entrada dando paso a un espacio verde de esparcimiento, así como a la senda que comunica con la aldea. Un edificio que formalice un paso pero que, a la vez, sirva para acoger relaciones menos formales y más imprevistas bajo una gran cubierta y en torno a un banco de madera. El edificio se organiza en dos volúmenes, uno de uso diario con dos aulas y una pequeña oficina y en frente un segundo volumen de uso más eventual, a modo de auditorio o aula de gimnasia según los distintos tipos de eventos. Entre esos dos volúmenes aparece una cubierta continua que organiza la función principal del edificio que es, sobre todo, crear un lugar de encuentro para los vecinos antes de entrar a una clase, o acudir a alguna actividad propia del centro. Se ha optado por un edificio público económico y sobrio, que requiere un mantenimiento mínimo, casi nulo, por lo que todos los materiales se expresan en su estado natural sin revestimientos. El hormigón queda visto y las maderas más expuestas son termo tratadas en fábrica que, posteriormente, reciben un tratamiento de quemado en la obra. Ningún material dispone de revestimiento alguno y todos se expresan con su carácter natural, pretendiendo un edificio austero en su materialidad. Dado el pequeño tamaño de los espacios se consideró importante diseñar muebles específicos (mesas y sillas) así como el diseño del sistema de iluminación mediante apliques en pared proyectados hacia los techos, con el objeto de generar luz indirecta en todo el espacio, y reforzados puntualmente con lámparas colgadas en las aulas y en los puntos de trabajo donde resulte necesaria iluminación más intensa.