Prados de juego Afouteza. Primer acto. Camiño Do Monte Do Couto, Mos, Pontevedra. España

  1. Jesús Irisarri Castro
  2. Guadalupe Piñera Manso
Revista:
On diseño

ISSN: 1695-2308

Año de publicación: 2023

Título del ejemplar: Instalaciones deportivas

Número: 420

Tipo: Artículo

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Resumen

Usando estrategias tradicionales de adecuación al medio y al paisaje, los autores de este proyecto proponen un sistema abierto de ocupación del lugar, capaz de acoger un programa evolutivo y diverso. “En enero de 2018 un concurso planteó el diseño de un Masterplan para la futura ciudad deportiva del Celta de Vigo. Con un programa indefinido y abierto, pero con la ambición de reunir aquello que conforma nuestras ciudades. Lugares públicos, recintos colectivos, etc, comerciales y residenciales...junto a aquel programa específico y de acceso controlado propio del deporte de máximo nivel y complejidad como es el futbol hoy. Basado todo ello en algo tan antiguo como fundar una ciudad en unos terrenos del rural, único territorio que hoy día hace posible y sostenible una operación de esta entidad. El planeamiento de desarrollo y el interés social harían posible el proponer desde hoy, desde una sociedad que reclama el reencuentro de nuestra urbanidad con la naturaleza, donde hablamos de hábitat, de atmósferas y de diversidad de naturalezas y ritmos de vida. Cuando los tiempos del urbanismo y de Club se separaron, esa magia de la flexibilidad fue convocada, y junto a ello surgió toda la distorsión y desencuentro entre el urbanismo institucional de nuestro país y la realidad del territorio rural, enormemente más capaz y dinámico, necesitado de nuevos usos que ayuden a paliar la despoblación y que posibiliten el reencuentro de la sociedad de hoy con un hábitat capaz de proporcionar un equilibrio entre hombre, arquitectura y medio, distinto a nuestra densa escena urbana. En un país como Galicia, donde la dispersión y el tejido residencial se cose con hilos de ligeras infraestructuras y una adecuación de micro escala a las condiciones del sitio y el clima. Y así, como si habitásemos los muros que siempre han construido el paisaje de Socalcos y los hiciéramos tan ligeros a veces que generaran espacios intermedios debajo, el sistema fue confrontado a hacer una primera fase, una pequeña parte para instalaciones del primer equipo. Con el desafío de ser siempre una arquitectura completa y coherente, lo mismo que la ciudad, desde sus primeras edificaciones adaptadas al lugar, ha sido una arquitectura plena y coherente en cualquier momento, con independencia de tamaño o complejidad programática. Y al igual que el habitar rural es un conjunto de piezas en equipo y paisaje, nuestra arquitectura resulta de la agrupación de piezas especializadas en un conjunto aglutinado por espacios semi climatizados, e intermedios, que aportan el “otro” programa y los “otros” ritmos de la vida. Recintos introvertidos de madera para actividades de “interior”, espacios burbuja translúcidos que permitan una experiencia del ambiente exterior, y “aire semi climatizado”, para ofrecer una total inmersión en el medio, sus ritmos estacionales y su amplia escala.”