La mercantilización del cuerpo de la mujerlos vientres de alquiler y el discurso de los mass media españoles

  1. Iglesias Salanova, Isabel
Dirigida por:
  1. Yolanda Rodríguez Castro Director/a
  2. María Lameiras Fernández Director/a

Universidad de defensa: Universidade de Vigo

Fecha de defensa: 23 de septiembre de 2022

Tribunal:
  1. Miguel Clemente Presidente
  2. Águeda Gómez Suárez Secretario/a
  3. José Manuel Peixoto Caldas Vocal

Tipo: Tesis

Resumen

Tradicionalmente, las mujeres, sin descendencia, fueron duramente juzgadas y etiquetadas por la sociedad como ineficaces para llevar a cabo la función que de ellas se esperaba, ser madres (Marrades, 2017). Actualmente, a pesar de los avances de las mujeres en la sociedad, gracias al movimiento feminista y del surgimiento de nuevos modelos familiares, sigue vigente la idea de que la descendencia es la principal finalidad de toda relación afectiva (Nuño, 2016). Esta ideología patriarcal sobrevive en pleno siglo XXI porque se nutre de los estereotipos de género descriptivos y los prescriptivos, que son los encargados de establecer las características y roles que deben desempeñar tanto los hombres como las mujeres (Lameiras et al., 2013). Los estereotipos de género descriptivos especifican cómo deben ser hombres y mujeres en sus características intelectuales, de personalidad y físicos (Castillo-Mayén y Montes-Berges, 2014); y los prescriptivos describen las ocupaciones que deben llevar a cabo (Lameiras et al., 2013). Así, siguiendo la estructura que describen los estereotipos de género, los hombres se sitúan en el espacio público y productivo, mientras que el espacio privado y reproductivo se destina a las mujeres. Estos aprendizajes se transmiten mediante los agentes socializadores (familia-escuela-medios de comunicación), a los que de Lauretis (1987) denomina tecnologías de género. Los medios de comunicación actúan además como uno de los agentes socializadores con más influencia, como el principal altavoz informativo, y generan discursos de género estereotipados a través de la publicidad (González-Anleo, Cortés y Garcelán, 2018), el cine (Carrera et al., 2015) y las nuevas tecnologías (Pibernat, 2017). Las mujeres, han sido relegadas a un espacio subordinado ubicadas en el espacio privado, tal como son descritas y prescritas por los roles de género, con el deber de ocupar el plano reproductivo, y de este modo responsabilizadas de los cuidados y las tareas del ámbito doméstico. A pesar de los avances de las mujeres, cada vez más presentes en el ámbito público, los datos muestran que siguen enfrentadas a una segregación de género vertical y horizontal. La segregación vertical de género en el empleo, se refleja en trabajos relacionados con la economía, la política y la tecnología (INE, 2021b, 2021c); y la segregación horizontal de género se puede observar en la selección de estudios universitarios, con más mujeres en estudios relacionados con la salud y los cuidados, y los hombres en las ingenierías y tecnologías (INE, 2020b). El patriarcado mediante su dominio, recupera, reinventa e inventa prácticas donde las mujeres continúan bajo su subordinación, explotación y opresión (Cobo, 2011). En este sentido, el rol maternal se vincula a un carácter natural para mantener un orden jerárquico en el que las mujeres cuidan y se ocupan de su familia, elevando el valor de la maternidad (Torres, 2020). El dominio patriarcal utiliza también la globalización neoliberal donde las políticas económicas imponen prácticas que están afectando negativamente a las mujeres (Cobo, 2011). Esta alianza entre el dominio del patriarcado y el capitalismo neoliberal potencia la desigualdad y convierte en mercancía (Gómez y Pérez, 2010) la apariencia, cualidades y atributos de las mujeres (Gómez y Verdugo, 2021), lucrándose de la feminización de la pobreza (Bredy, 2014). Cumpliendo el mercado su función de satisfacer necesidades y teniendo en cuenta que las personas establecen preferencias en función de los bienes y servicios que se ofrecen, la prostitución utiliza a las mujeres y las mercantiliza para satisfacer una pulsión sexual masculina, siguiendo la misma lógica el mercado podría proporcionar un/a hijo/a si existe la necesidad de ser padre o madre (Balaguer, 2017), y al crearse así esta necesidad, se pondría en práctica la explotación reproductiva de los vientres de alquiler. Para conocer los orígenes de la práctica de los vientres de alquiler, nos remontamos a la Biblia, en la que se hace referencia a dos casos en los que se emplea esta práctica de explotación reproductiva (Gn 16: 2-16; Gn 30: 2-9). El primer caso explícito recogido, se encuentra en el Código de Hammurabi babilonio, que es el conjunto de leyes de la Antigua Mesopotamia (Jiménez, 2018). En los países orientales, la práctica de los vientres de alquiler es frecuente ya desde la era Choson en Corea (1392-1897); en China, donde se han utilizado a las mujeres para que tuviesen descendencia para “sus maestros” (Ding, 2015), permitiendo a los hombres el alquiler de sus mujeres fértiles a otros hombres (Yanagihara, 2021); en Japón, se utilizaba a las mujeres para que realizasen los servicios domésticos en casas ajenas, y además, tenían el deber de darles descendencia a “sus maestros” (Yanagihara, 2021). En los países occidentales, Alemania es el país que recoge los primeros casos de la práctica de los vientres de alquiler en los años 30, cuando el régimen nacionalsocialista utilizaba a las mujeres para tener descendencia aria (Nuño, 2020a). Pero, a pesar de estos orígenes, el primer acuerdo oficial se lleva a cabo en 1976 en Estados Unidos, conocido como el caso Baby M (Ekman, 2017). Las partes que intervienen en la práctica de los vientres de alquiler incluyen en primer lugar, las agencias intermediarias del proceso; en segundo lugar, el papel de los progenitores contratantes; el proceso por el que están obligadas a pasar las madres gestantes, protagonistas de esta práctica; y, por último, el “producto” del proceso, es decir, los/as niños/as que se entregan. Las agencias emplean estrategias (Jouve, 2017) como la neolengua (Serrano, 2017), para la captación de clientes. Sobre esta neolengua, se construye el neoderecho, entendido como el deseo de ser padres/madres convertido en ley (Varela, 2019). Las agencias también son las encargadas de llevar a cabo el contrato de la práctica de los vientres de alquiler en el que incluyen condiciones y pautas para las madres gestantes con un elevado número de restricciones (Ekman, 2017). Por su parte, los progenitores contratantes, participan de la práctica de los vientres de alquiler en ocasiones por su imposibilidad para tener hijos/as por algún motivo fisiológico (González, 2019) o por la incapacidad de aceptar las consecuencias que conlleva el embarazo (Velázquez, 2017). Con respecto a los/as niños/as producto de la práctica de los vientres de alquiler, estos se convierten en mercancía a causa de la cosificación que emplean las agencias con la oferta de paquetes para su venta, violándose el derecho a no conocer sus orígenes ni su identidad (Artículo 7 y 8 de la CDN, 1989). Los medios de comunicación como agentes de socialización se encargan de influenciar en los pensamientos y comportamientos sociales (Terrán y Aguilar, 2017). A pesar de que los medios de comunicación actúan como el principal altavoz informativo y teniendo en cuenta que la práctica de los vientres de alquiler va en aumento a nivel mundial, los estudios centrados en la cobertura mediática de la práctica de los vientres de alquiler son todavía insuficientes en la identificación de la visión que éstos proyectan de esta práctica. Estos estudios se han centrado por un lado en conocer las motivaciones de los progenitores contratantes (MacCallum, Lycett, Murray, Jadva y Golombok, 2003; Morero, 2018; Van den Akker, 2000); el perfil socioeconómico de los progenitores contratantes (Morero, 2018); los destinos reproductivos más solicitados por los progenitores contratantes (Morero, 2018; Everigham, Stafford-Bell y Hammaberg, 2014); el perfil y las dificultades de los/as progenitores contratantes y de los/as menores nacidos/as mediante la práctica de los vientres de alquiler (Bergman, 2010; Golombok, Murray, Jadva, MacCallum y Lycett, 2004; Golombok, MacCallum, Murray, Lycett y Jadva, 2006a; Golombok et al., 2006b; Golombok et al., 2011; Golombok, Blake, Casey, Roman y Jadva, 2013); las motivaciones de las madres gestantes (Blyth, 1994; De la Cruz, 2017; Pande, 2009; Jadva, Imrie y Golombok, 2015; Rudrappa y Collins, 2015) la salud psicológica de las madres gestantes tras haber entregado al/la bebé una vez nacido/a (Blyth, 1994; Jadva y colaboradores, 2003, 2015; Van den Akker, 2003; De la Cruz, 2017); los medios por los que madres gestantes y progenitores contratantes conocen la práctica de los vientres de alquiler (Blyth, 1994; Jadva et al., 2003; MacCallum et al., 2003); las actitudes de la población hacia la práctica de los vientres de alquiler, es decir, si se posicionan favorable o desfavorablemente ante esta práctica de explotación reproductiva (Genuis y colaboradores,1993; Lasker y Murray, 2001; Ravin y colaboradores, 1997; Bruce-Hickman y colaboradores, 2009; Constandinidis y Cook, 2012; Rahmani y colaboradores, 2011, 2014;Vázquez, 2021; Chlioautakis, 2003; Kilic y colaboradores, 2009; Bello y colaboradores, 2014; Asalde y Ñique, 2017; Baykal y colaboradores, 2008; Stobel-Richter y colaboradores, 2009; Daniluk y Koert, 2012; Kovacs y colaboradores, 1985, 2003; Dunn y colaboradores, 1988; Poote y Akker, 2009; Saito y Matsuo, 2009; Wennberg y colaboradores, 2015). El único estudio a nivel nacional centrado en la visión que transmiten los medios de comunicación sobre la práctica de los vientres de alquiler es el realizado por de Cesare (2017), en el que se analizan 57 titulares de noticias de los periódicos digitales. A pesar de la información aportada por esta investigación, se considera todavía insuficiente para poder establecer conclusiones acerca de la cobertura mediática de la práctica de los vientres de alquiler y la posible repercusión que estas noticias puedan tener en la aceptación de esta práctica teniendo en cuenta la visión que se proyecta en los mass media nacionales. Teniendo en cuenta la situación expuesta, este estudio representa la primera investigación centrada en el análisis de los medios de comunicación nacionales con el objetivo de conocer la visión que transmiten acerca de la práctica de los vientres de alquiler, analizando tanto los medios de comunicación digitales nativos, como los digitales matriciales. Además, en este estudio, se pretende determinar, por primera vez, si los estereotipos de género presentes en los medios de comunicación se reproducen en las noticias que se publican sobre la práctica de los vientres de alquiler. Para conocer la visión que transmiten los medios de comunicación por lo tanto, se precisa conocer la conceptualización y terminología empleada en los medios de comunicación nativos digitales y matriciales, para referirse a la práctica de los vientres de alquiler; identificar la visión que transmiten los medios acerca de la regulación legal internacional y nacional de la práctica objeto de estudio; analizar el tratamiento que asignan los medios a la modalidad altruista y a la modalidad comercial de la práctica de los vientres de alquiler; identificar las consecuencias que transmiten los medios en relación a la extensión de la práctica en la sociedad; analizar la imagen de transmisión que emplean los medios sobre el perfil de la madre gestante y de los progenitores contratantes; y, determinar cómo los medios de comunicación representan a personajes famosos que se convierten en progenitores contratantes de la práctica de los vientres de alquiler. Para dar respuesta a los objetivos planteados se incorpora una metodología cualitativa, combinando diferentes métodos para abordar no solo el “cuánto” se está publicando sobre la práctica de los vientres de alquiler, sino también “cómo” es el contenido de las noticias en la prensa digital nacional. Se utiliza, en primer lugar, la aplicación de un sistema de conteo para describir la presencia de noticias que se publican en la prensa de los medios de comunicación analizados más visionados en el período de tiempo establecido; y, en segundo lugar, se lleva a cabo el análisis de contenido que dse transmite. El período de análisis del presente estudio se centra en la identificación de noticias recogidas desde enero de 2017 hasta agosto del 2020, un total de 1.264 noticias. Se analizan, por una parte, las noticias identificadas en los medios nativos digitales nacionales con mayor cobertura mediática: El Español, El Confidencial y Ok Diario; y, por otra parte, las noticias relativas a los medios digitales matriciales: El País, La Vanguardia y El Mundo. Mediante el sistema de conteo se aborda el “cuánto” se publica sobre la práctica de los vientres de alquiler, teniendo en cuenta la cobertura mediática, las épocas de mayor cobertura mediática, la causalidad de los incrementos de cobertura mediática, la identificación de noticias en relación al concepto utilizado (gestación subrogada vs. vientres de alquiler), el posicionamiento de las noticias, la clasificación y posicionamiento de las noticias según la sección del diario a la que pertenecen, la clasificación de las noticias según su temática y la clasificación según la relevancia de la práctica objeto de estudio. Por su parte, en el análisis de contenido, se transcriben las noticias en el programa informático ATLAS. Ti v.8, que permite extraer, categorizar y vincular datos a partir de un gran volumen de documentos (Friese, 2019). De este modo, el análisis de contenido de las 1.264 noticias sobre la práctica de los vientres de alquiler en los medios de comunicación digitales nativos y los medios digitales matriciales nos han permitido organizar en cinco categorías principales el contenido de estas noticias: la primera categoría principal se centra en la conceptualización que se asigna a la práctica de los vientres de alquiler, e incluye los términos que más se emplean en los medios de comunicación digitales nativos y matriciales y la definición que se asigna a la práctica. En la segunda categoría principal, la regulación legal de la práctica, se recogen los requisitos de las madres gestantes y de los progenitores contratantes en la legislación internacional que regula la práctica de los vientres de alquiler y, además, se centra también en la legislación nacional relativa a la práctica objeto de estudio, donde se recogen los diferentes posicionamientos a nivel político y social. En la tercera categoría principal se analiza el proceso de la práctica de los vientres de alquiler, diferenciando la visión que transmiten los medios sobre la práctica en su modalidad comercial y altruista, y las consecuencias que pueden conllevar la práctica. La cuarta categoría principal recoge los perfiles de las madres gestantes y progenitores contratantes en la práctica objeto de estudio. Y, finalmente, la quinta categoría principal analiza la visibilización de los medios de comunicación acerca de la práctica, e incluye el impacto de personajes famosos en los medios. Los resultados sobre la presencia de las noticias de la práctica de los vientres de alquiler en los medios de comunicación nativos digitales y matriciales, muestran que los medios digitales matriciales (n=873), tienen una cobertura mediática mayor que los medios digitales nativos (n=391). Con respecto al posicionamiento de las noticias, se confirma que se posicionan de forma favorable con respecto a la práctica de los vientres de alquiler el 50% (n=635) de las noticias, de forma desfavorable el 26% (n=328) y en el 24% (n=301) de las noticias no hay un posicionamiento claro. De forma específica, en los medios nativos digitales (n=391), el 67% (n=260) se posiciona favorablemente hacia la práctica de los vientres de alquiler y el 25% (n=98) se posiciona en contra; y, en los medios digitales matriciales (n=873), el 43% (n=375) se posicionan a favor de la práctica y el 26% (n=230) en contra. Se identifica con respecto al término de búsqueda empleado, que el 55% (n=692) de las noticias se corresponde con el término de búsqueda de “Gestación subrogada”, el 30% (n=375) con el término de búsqueda de “vientres de alquiler”, y el 19% (n=239) incluye ambos términos de búsqueda. Los resultados sobre el contenido de las noticias sobre la práctica de los vientres de alquiler en los medios de comunicación nativos digitales y matriciales, confirman que cuando se trata de catalogar la práctica de los vientres de alquiler en el cuerpo de las noticias, en la mayor parte de las ocasiones se alude a esta como una “Técnica de Reproducción Humana asistida”, aunque en ocasiones, también se conceptualiza como una “práctica”. La terminología que emplean los medios de comunicación en el contenido de las noticias que publican para referirse a esta práctica se corresponde con el término de “gestación subrogada” en la mayor parte de las noticias. Se identifican noticias relativas a la regulación legal de la práctica de los vientres de alquiler relacionadas con asuntos relacionados con la regulación internacional y con la regulación nacional. Según los resultados de este estudio los medios de comunicación analizados identifican como principales destinos reproductivos Estados Unidos y Ucrania, y además se establecen los requisitos que deben cumplir para acceder a la práctica de los vientres de alquiler. Los contenidos de las noticias sobre regulación nacional muestran asuntos relacionados con las críticas feministas hacia la práctica de los vientres de alquiler, debates políticos y problemas de filiación. También se muestra en los resultados de este estudio, la identificación de noticias en las que su contenido se centra en la praxis comercial y altruista de la práctica de los vientres de alquiler, en las que se hace referencia a los servicios que incluyen las agencias, asociaciones a favor de la práctica de los vientres de alquiler que prestan ayudas de financiación y anuncios publicados en redes sociales en los que se invita a mujeres a ser madres gestantes. Con respecto a la modalidad altruista de la práctica de los vientres de alquiler los medios de comunicación analizados publican noticias en las que su contenido incluyen los países a los que los progenitores contratantes pueden acceder para llevar a cabo esta modalidad, casos de personas que han accedido a esta modalidad de práctica y la motivación altruista de las madres gestantes para llevar a cabo el proceso. También se identifican noticias en las que en su contenido se destaca el perfil de las madres gestantes donde se hace referencia a la falta de recursos económicos, el altruismo y la “libre elección” como derecho; y el perfil de los progenitores contratantes donde se muestran entre las motivaciones para tener un/a hijo/a mediante esta práctica la vinculación genética y el corto plazo de espera en comparación con la adopción. Por último, se identifican noticias en las que se visibilizan las noticias del impacto de personajes famosos como contratantes de la práctica de los vientres de alquiler, utilizando a los personajes famosos para crear una imagen de “familia feliz” ya que han conseguido lograr su sueño de ser madres/padres mediante la práctica de los vientres de alquiler. En conclusión, los resultados de este estudio evidencian que los medios de comunicación analizados, tanto los digitales nativos como los digitales matriciales transmiten una imagen positiva hacia la práctica de los vientres de alquiler, funcionando como facilitadores de esta práctica de explotación reproductiva.