Influencia del TLC Colombia-Estados Unidos en las condiciones laborales y el desarrollo humano de los trabajadores de las PYMEs exportadoras de acopi en el eje cafetero
- CASTAÑO GONZÁLEZ, ESTHER JULIA
- M.ª Ángeles Cano Linares Director/a
- Cintia Díaz-Silveira Santos Codirector/a
Universidad de defensa: Universidad Rey Juan Carlos
Fecha de defensa: 25 de septiembre de 2017
- Cástor M. Díaz Barrado Presidente/a
- Gabriela Cobo del Rosal Pérez Secretario/a
- Ana Manero Salvador Vocal
- Jorge-Antonio Quindimil-López Vocal
- M. Dolores Cebria Garcia Vocal
Tipo: Tesis
Resumen
Una de las principales características del mundo contemporáneo es la globalización, entendida como el proceso que se viene presentando a nivel mundial y que se orienta hacia la integración de todos los pueblos y naciones, impactando las diferentes esferas de la vida humana: política, económica, social, cultural y tecnológica. Este fenómeno globalizador ha permitido no solo la interconexión a través de redes tecnológicas y medios de comunicación, sino también a partir de la realización de acuerdos económicos para facilitar el comercio entre naciones. Precisamente, este trabajo se enfoca en uno de los acuerdos más importantes que Colombia ha firmado: el Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos. En la búsqueda de incluir al país en la globalización de la economía para aprovechar las ventajas que esta ofrece, Colombia abrió sus mercados para negociar, con menores restricciones, con el país del norte, esperando con ello impulsar la producción de las empresas al mejorar las condiciones de acceso a materias primas, la eliminación de aranceles para muchos artículos, entre otros beneficios que se suponía traería el Tratado de Libre Cambio (TLC). Sin embargo, para muchos analistas, como se verá dentro de este documento, el acuerdo representó más desventajas que ventajas para el país, puesto que no se puede negociar en igualdad de condiciones cuando una de las partes es un país en vía de desarrollo y la otra, una de las grandes potencias de la economía mundial, por lo que se considera que fue una negociación desequilibrada que ha generado incontables dificultades a los industriales, empresarios y sectores económicos vulnerables. Es una competencia agresiva la que representan los productos de Estados Unidos, en términos de calidad, desarrollo tecnológico, infraestructura, subsidios a los productores, etc. También, este tratado implicó la negociación de aspectos que le exigían a Colombia adecuar algunas de sus leyes para poder acceder al mercado norteamericano, por lo que, con la firma del Plan de Acción Laboral, empezaron a registrarse algunos cambios en la legislación laboral del país con el propósito de mejorar las condiciones de trabajo de la población colombiana. 11 Sin embargo, se debe señalar que un Tratado de Libre Comercio no puede sustituir las políticas internas que debe implementar un país para estimular el crecimiento económico y el desarrollo de su población. En este sentido, es necesario garantizar que los acuerdos que se firmen con otros países no vulneren los derechos de los ciudadanos ni amenacen el progreso social de sus habitantes, que es justamente la duda que se teje frente al Acuerdo firmado entre Colombia y Estados Unidos. Por otro lado, para el sector empresarial colombiano en general, un tratado de libre comercio como el mencionado, no representa una situación fácil de asumir por las exigencias que dicho acuerdo trae consigo y frente a las cuales no hay una respuesta eficiente del Estado. Es claro que las empresas grandes pueden sortear de mejor manera la situación a la que se enfrentan con una apertura de mercados, pero para las micro, pequeñas y medianas empresas el esfuerzo es mayor, teniendo en cuenta que aspectos tan importantes para competir en igualdad de condiciones, como el desarrollo de la infraestructura vial, de la tecnología, y de otros como la reducción de impuestos, afectan las condiciones de la competencia. El Tratado de Libre Comercio entre Colombia y Estados Unidos es evidentemente una negociación desventajosa entre un país en vías de desarrollo frente a una potencia mundial que cuenta con una economía mucho más solvente. Y entre las dificultades que trae consigo el acuerdo, inquieta la situación laboral a la que se ven sometidos los trabajadores y los obstáculos a los que se enfrentan para el logro de su desarrollo humano. Según Proindustria1, para el gobierno colombiano el sector industrial debe progresar atreviéndose a competir de una forma global, es decir, aprovechar los mercados internacionales abiertos por los tratados, pero hace caso omiso del principio que dice que 1 GRUPO PROINDUSTRIA - Centro de Desarrollo y Competitividad Industrial, fue constituido en virtud de la Ley No. 392 del 4 de diciembre del 2007, sobre la Competitividad e Innovación Industrial. Esta entidad es descentralizada, tiene autonomía funcional y su objetivo es fomentar el desarrollo industrial competitivo de la industria manufacturera, proponiendo políticas y programas de apoyo que estimulen la renovación y la innovación industrial con miras a lograr mayor diversificación del aparato productivo nacional. De igual manera promueve la colaboración, el encadenamiento industrial a través del fomento de distritos, parques industriales y demás actividades que involucran las cadenas productivas de las manufacturas; y la vinculación a los mercados internacionales. 12 para competir se necesitan mínimo dos atributos: ventajas competitivas y condiciones equivalentes de medios de producción. Colombia carece de las dos2. Lo cierto es que, para la mayoría de los gremios económicos del país, este no estaba listo para asumir la apertura económica y menos aún, para negociar con una potencia mundial. Por ejemplo, a pesar de que Colombia es una despensa agropecuaria, la mayoría de las veces los productos no cumplen con la calidad mínima ni con las exigencias que le hacen los mercados internacionales; el país es un importador, invadido de productos extranjeros, por ejemplo, de alimentos propios naturales como la cebada, el maíz y el trigo. En países desarrollados como Estados Unidos, tanto las empresas como el gobierno apoyan la investigación y la transfieren directamente a los productores, logrando alto rendimiento en la producción. El hecho de no ser competitivos significa perder en los mercados con cualquier negociación internacional, más aun, frente a naciones desarrolladas. Según Cerda, “Cada país debiera generar además de su crecimiento económico, estrategias de desarrollo sustentable que se constituyeran en el fondo, en políticas de erradicación de la pobreza, siendo el crecimiento un medio y el desarrollo humano el fin”3. Sin embargo, no hay claridades en Colombia en cuanto a los beneficios del Tratado en cuestión; el Estado presenta indicios de crecimiento económico más no social, y no hay muestras de desarrollo emanadas de la puesta en marcha del proceso. Dice Rafael Mejía, presidente de la Sociedad de Agricultores de Colombia - SAC4, que a pesar de los esfuerzos por mejorar las exportaciones, el balance para Colombia todavía es muy pobre para el sector agrícola y aún hoy se siguen comercializando los mismos productos que hace diez años en ese mercado, es decir, banano, café y flores, 2 GRUPO PROINDUSTRIA. Documento: La producción colombiana. (Bogotá) Colombia. 2015. p. 4. 3 CERDA CARVAJAL, J. El desarrollo humano, un paradigma para trabajo social. Universidad Tecnológica Metropolitana. Facultad de Humanidades y Tecnologías de la Comunicación Social. Departamento de Trabajo Social. Escuela de Trabajo Social. Costa Rica. 1998, p. 2. 4 DIARIO EL PAÍS. Artículo: Colombia importa el 28% de sus alimentos. Por: Alfredo García Sierra. Reportero de El País. Mayo 25 de 2015. En: http://www.elpais.com.co/elpais/economia/noticias/colombia-importa-28-sus-alimentos-presidente-sac. 13 mientras se importa el 28% de toda la comida que consumen los colombianos. Preocupantemente, Colombia sigue persiguiendo acuerdos de promociones comerciales por todo el mundo. Por otro lado, y centrándose en los intereses de este trabajo, en todos los acuerdos firmados por Colombia se plantea la necesidad e importancia de adoptar compromisos laborales como una forma de soliviar el impacto que ello produce en la población. El cumplimiento de dichos compromisos laborales debería llevar a las empresas a brindar mayores beneficios para los trabajadores. Pero en términos investigativos, tomar como referente a todos los trabajadores de las Pymes5 de los diferentes sectores no era práctico, pues ya se sabe que cuando se hace investigación, el proceso está supeditado a cambios y variaciones con las que se va encontrando el investigador en su trasegar. Es por esta razón que durante los tres años de indagación continua que dieron a lugar esta tesis doctoral, se tomaron algunas decisiones como, por ejemplo, delimitar el universo y en vez de trabajar con todas las Pymes exportadoras, se resolvió concretar a las del sector textil por ser trascendente en la historia empresarial de Colombia. Este cambio obligó a reconsiderar la participación de Acopi6, gremio que acoge las Mipymes7 en Colombia, ya que al momento del trabajo de campo, esta asociación no contaba con Pymes exportadoras y las empresas de textil afiliadas que se contactaron en su base de datos, se negaron a dar la entrevista. Después de entrevistar algunas micro, pequeñas y medianas empresas se encontró la necesidad de llegar a talleres ilegales y a grandes empresas, por lo que el trabajo dejó de limitarse a las Pymes. De igual manera, en este rastreo se determinó que aunque la 5 PYME: pequeñas y mediana empresa. 6 ACOPI nace en 1944 con el nombre de Asociación Colombiana de Pequeños Industriales y conserva este nombre hasta 1957, año en el que se da una reforma en los estatutos y se le denomina Asociación Colombiana de Protección Industrial; en 1961, se adopta el nombre de Asociación Colombiana Popular de Industriales y entre 1993 y 1995, se adelanta una nueva reforma estatutaria que terminaría por darle el nombre de Asociación Colombiana de Medianas y Pequeñas Industrias. Hoy ACOPI se conoce como la Asociación Colombiana de las Micro, Pequeñas y Mediana Empresas. 7 MIPYME: micro, pequeñas y mediana empresa 14 empresa esté situada en la región del Eje Cafetero y por pequeña que sea, tiene un alcance nacional y en algunos casos internacional. Por tanto, el título: Influencia del TLC Colombia – Estados Unidos en las condiciones laborales y el desarrollo humano de los trabajadores de las Pymes exportadoras de Acopi dejó de ser el más apropiado para este trabajo que en realidad se ha centrado en el Tratado de Libre Comercio Colombia - Estados Unidos y el desarrollo humano del trabajador colombiano. En este orden de ideas, la pregunta que guio esta investigación a partir de las decisiones mencionadas fue: ¿Ha influido el TLC Colombia – Estados Unidos en las condiciones de trabajo, la calidad de vida laboral y el desarrollo humano de los trabajadores de las empresas del sector textil en Colombia? En este contexto nacen otros interrogantes como: ¿Ha cumplido Colombia con las exigencias que le hizo Estados Unidos como condición para la firma del acuerdo? ¿Las exigencias del Acuerdo frente a lo laboral se ven reflejadas en la realidad del trabajador del sector textil en Colombia? Por esta razón y en un esfuerzo por delimitar el tema, el objetivo principal planteado en la presente indagación es el de analizar la influencia del Tratado de Libre Comercio entre Colombia y Estados Unidos en las condiciones laborales, la calidad de vida laboral y el desarrollo humano de los trabajadores de las empresas del sector textil. En cuanto a los objetivos específicos, se plantean cuatro ideas que se desprenden del problema formulado y del objetivo general, con las cuales se busca precisar conceptos y dar respuesta a los interrogantes que surgen de la firma del acuerdo entre Colombia y Estados Unidos, y la posible influencia de este en la calidad de vida laboral de los colombianos en relación con su desarrollo como seres humanos. Estos objetivos específicos quedan explícitos de las siguiente manera: 1. Establecer la relación entre desarrollo humano, calidad de vida laboral y condiciones laborales desde una perspectiva teórica. 2. Identificar las pretensiones contrapuestas entre 15 Estados Unidos y Colombia como condición para la firma del Tratado de Libre Comercio. 3. Determinar si Colombia ha hecho cambios por cuenta del Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos. 4. Identificar la trascendencia del Tratado de Libre Comercio Colombia – Estados Unidos para el trabajador de las empresas del sector textil. La elección del sector textil se justifica en que esta es una de las industrias más tradicionales de la economía colombiana y genera un número importante de empleos directos e indirectos. El interés por este tema nace de la preocupación por el desarrollo humano del trabajador, quien, es evidente, vive una situación cada vez más difícil de sobrellevar a pesar de que el Estado ha intentado introducir reformas para mejorar su calidad de vida e impulsar su desarrollo laboral y humano. Al respecto, según demuestran los resultados del análisis que aquí se ofrece, son pocos los resultados que en este sentido se registran derivados del Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos, y tanto para los empresarios como para los trabajadores, este no fue la panacea anunciada por el gobierno colombiano porque las leyes implementadas no son eficientes, nunca convienen a las dos partes y tampoco son aplicadas rigurosamente. Así que el trabajador percibe pocos cambios favorables en su situación, el empresario señala que las normas cada vez son más duras y difíciles de cumplir, la informalidad laboral aumenta y el surgimiento de empresas ilegales de contratación no tiene control suficiente por parte del Estado, por lo cual se multiplican cometiendo todo tipo de atropellos en contra de la población cesante del país que se ve obligada a someterse a ellos con tal de acceder a un empleo. Las empresas que se preocupan por ser legales también son conscientes del valor del capital humano, aplican a su manera formas de responsabilidad social que en algo benefician a su planta de personal, muchas de ellas por iniciativa propia, cumplen lo regulado por el gobierno colombiano pero ofrecen otras dádivas que sobrepasan la ley. 16 Gilbert Rist8 planteaba: “¿Cómo no rendirse a la idea de que pudiera existir un método para eliminar la pobreza? (…) ¿Cómo atreverse a pensar, al mismo tiempo, que el remedio pudiera agravar el mal que se quiere combatir?”. La cita sirve para decir que Colombia confió en sus gobernantes y tras un largo proceso y amplias expectativas, se llegó a la negociación más desequilibrada de toda la historia del país. Sobre este tratado, en 2003, el presidente de entonces, Álvaro Uribe, con un gran despliegue mediático, presentó al grupo negociador del Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos y luego, con el mismo cubrimiento de medios, aludió al Plan de Acción Laboral con el que se mejorarían las condiciones de los trabajadores y su calidad de vida laboral, aspecto por el que se indaga a través de este trabajo. En tal sentido, resulta pertinente citar la obra El desarrollo: historia de una creencia occidental, de Rist9, quien nos recuerda que Ulises debió taponar sus oídos y los de sus compañeros para no ceder a los cantos de las sirenas, incluso debió atarse al mástil de su barco para no caer. Excelente metáfora para describir lo que no pasó con el pueblo colombiano, el cual se dejó obnubilar por la fuerza del discurso del desarrollo, por su capacidad de seducción. A partir de las consideraciones anteriores, el presente trabajo se divide en dos grandes partes, cada una de ellas conformada por tres capítulos. En la primera parte, titulada Análisis de las Relaciones Conceptuales entre el Desarrollo Humano y el Trabajo, en cuyo primer capítulo Posturas del desarrollo y relevancia del trabajo como factor determinante en su consecución, se presenta el concepto de desarrollo y cómo este ha transversalizado la historia desde un sentido de evolución y progreso, encontrando un proceso que inicia con la base de lo económico para trascender a lo humano, no sin posiciones encontradas en cada época. Después, la teoría misma obliga a relacionar el desarrollo con el trabajo y desde allí se expanden varios temas vitales para la presente indagación, como la calidad de vida laboral y las condiciones laborales, conceptos que obligatoriamente deben ser discutidos 8 RIST, G., El desarrollo: historia de una creencia occidental. Los libros de la Catarata. Madrid. 2002, p. 1. 9 Ibid, RIST, G., 2002, p. 1. 17 desde el llamado Trabajo Decente proclamado por la OIT, y su sentido desde el trabajo digno como lo manda la Constitución colombiana, tema que pertenece al primer epígrafe del capítulo dos, denominado Desarrollo y trabajo en Colombia: una apuesta por la globalización. Según la Procuraduría del país, la dignidad en el trabajo la dan dos grandes categorías: “La estabilidad laboral (medida a través del tiempo de duración del empleo y la formalidad de los contratos) y las condiciones dignas y justas en el trabajo (medida a través del acceso a cesantías, vacaciones remuneradas y del porcentaje de ocupados que no exceden la jornada laboral permitida)”10. La primera categoría es especialmente importante en este estudio, sobre todo por la historia que frente a ello ha tenido Colombia, pues la estabilidad laboral no es un factor común en la mayoría de las empresas y la generalidad es que se usen formas atípicas de contratación en las cuales se recortan considerablemente las responsabilidades de los empleadores en detrimento de la calidad de vida y laboral de los trabajadores. En este capítulo dos también se inicia el entendimiento del proceso globalizador emprendido por Colombia y se recuerda cómo han incursionado en el mercado internacional las micro, pequeñas, medianas y grandes empresas del país, especialmente las del sector textil que, específicamente en el Eje Cafetero, sufrieron el impacto de la apertura económica al no estar preparadas para asumirla, sobre todo desde el punto de vista tecnológico, y muchas de las micro, pequeñas y mediana se fueron a la quiebra por su incapacidad para competir con los mercados especializados. El tercer capítulo está dedicado a Colombia y Estados Unidos, específicamente al Tratado de Libre Comercio firmado entre las dos naciones. También a los cimientos de esta negociación definidos por el Acuerdo Tripartito entre el gobierno colombiano, los trabajadores y los empleadores en el 2006 y actualizado en 2011, el cual, a su vez, dio la 10 PROCURADURÍA GENERAL DE LA NACIÓN. Trabajo digno y decente en Colombia. Seguimiento y control preventivo a las políticas públicas. Investigación realizada por el Centro de Estudios de Derecho, Justicia y Sociedad -DeJuSticia, con el apoyo técnico y financiero del Programa de Derechos Humanos de USAID, operado por MSD Colombia Ltda., y la Procuraduría Delegada para Asuntos del Trabajo y la Seguridad Social. Bogotá. 2012, p. 67. 18 pauta para la redacción del Plan de Acción Laboral – PAL, condicionante de la firma del TLC con Estados Unidos. Todo lo acaecido en este Plan de Acción Laboral se describe en la segunda parte titulada Colombia y Estados Unidos, cuyo capítulo cuatro es el Cumplimiento de Colombia frente a las exigencias del Plan de Acción Laboral, el cual se divide en tres apartados. El primero describe la creación del Ministerio de Trabajo y el apoyo que ha dado la Organización Internacional del Trabajo a Colombia. El segundo apartado trata de la inspección, la denuncia y la conciliación en Colombia, en el marco del Plan de Acción Laboral, y en el último se explican las acciones de Colombia frente a las Cooperativas de Trabajo Asociado, frente a los servicios temporales, a los pactos colectivos y a la protección de sindicalistas. El capítulo cinco, concerniente a El presente y el futuro de Colombia frente a lo laboral plantea la relación entre el trabajador y el empleador y la urgencia de un nuevo ritmo en la implementación del Plan de Acción Laboral, donde se retoman las voces de algunos líderes de opinión frente a la situación laboral en Colombia. Este capítulo cinco empieza a concluir que el desarrollo humano del trabajador en Colombia es un acto más voluntario y de sensibilidad del empleador, podría decirse que es más por responsabilidad social empresarial que por obediencia de la ley. En este se explica que el sentido de la responsabilidad social empresarial no se ha entendido, pues en Colombia se presentan dos fenómenos frente al tema, el primero es que se plantea como un reemplazo de lo que debería ser obligación del Estado, el cual es incapaz de proveer a la sociedad de salud, educación, seguridad, empleo, servicios públicos, vivienda, etc. Lo segundo, es que las pocas empresas que están aplicando responsabilidad social empresarial la ven como el camino para lograr imagen, posicionamiento, reputación, mejorar sus relaciones públicas y aumentar sus ventas. Por tanto, aspectos como transparencia y ética muchas veces pasan a ocupar un segundo plano, al igual que el desarrollo humano de los trabajadores. 19 Según el Director11 de ACOPI - Centro Occidente12, la responsabilidad social en su gremio está en pañales, así como en el resto de gremios y de empresas en el país. Sin embargo la conciencia y el sentido ético del empleador se ha tornado en la respuesta para los trabajadores que pertenecen a empresas que no poseen un sindicato que actue como vigilante y que presione para el cumplimiento de las condiciones laborales y de la calidad de vida laboral. Ya en el capítulo seis, se tratan las Repercusiones del Plan de Acción Laboral en las empresas del sector textil. Para ello, se describe la mirada de los empleadores frente a las dinámicas propuestas por el gobierno en consecuencia del TLC y del PAL, el conocimiento del trabajador sobre estos dos acuerdos, y la realidad en cuanto a sus condiciones laborales y su desarrollo humano. Finalmente, las conclusiones remiten a los resultados encontrados a través del análisis de los diversos aspectos que van llevando a comprobar lo que sucede en las empresas del sector textil en Colombia. Según Garrido13 la mayoría de las investigaciones o estudios que se hacen sobre las condiciones de trabajo, la calidad de vida laboral o el desarrollo humano utilizan la encuesta como instrumento pero, en esta oportunidad, con el objeto de dar cuenta de una realidad, en cuanto a la metodología, se optó por elegir el enfoque cualitativo y, por tanto, el instrumento utilizado fue la entrevista. Volviendo a lo metodológico, el enfoque cualitativo aborda la realidad en su contexto natural, tal y como lo exponen Rodríguez, Gil y García14, quienes además 11 Entrevista realizada al Ingeniero Hernán Hernández, el 11 de febrero de 2016 por Esther Julia Castaño González en las instalaciones de ACOPI / Pereira – Risaralda. 12 ACOPI Centro Occidente atiende la región comprendida por Risaralda, Quindío, Norte del Valle y Chocó. Esta agremiación representa las microempresas de acumulación, las pequeñas y medianas empresas (MIPYMES) en los sectores agroindustrial, industrial, comercio y servicios. Las empresas deben estar debidamente afiliadas a la Asociación. 13 “El método de encuesta es demás, la opción metodológica más utilizada por las instituciones y organismos gubernamentales encargados del análisis y la mejora de las condicione de trabajo”. Garrido Luque, Alicia (coordinadora). Sociopsicología del trabajo. Editorial UOC. Barcelona. 2006, p. 119. 14 RODRÍGUEZ GÓMEZ, G.; GIL FLORES, J.; GARCÍA JIMÉNEZ, E. Metodología de la investigación cualitativa. Ediciones Aljibe. Granada. (España). 1996, p. 32. 20 resaltan la importancia de la interpretación que se hace de acuerdo con los significados expresados por los actores implicados. Estos actores o informantes, que como ya se ha dicho debían pertenecer al sector textil, en primera instancia de grandes empresas, se contactaron inicialmente a través de correo electrónico siendo nulo el número de respuestas. Llegar a las empresas y a los trabajadores para obtener sus declaraciones no fue una tarea sencilla; muchas puertas se tocaron pero pocas las que aceptaron participar en el estudio. Aspectos como el Tratado de Libre Comercio y el desarrollo humano del trabajador no son temas de los cuales todas las empresas quieran hablar. Ante las dificultades, se inició un contacto telefónico que tampoco fue eficiente, pues las pocas empresas que respondieron expusieron desinterés y falta de tiempo. Siendo la investigación cualitativa un asunto fásico y secuencial, conformado por etapas, en ese momento de la investigación se interpretó la negativa de las empresas grandes como temor a tener que responder preguntas sobre condiciones laborales, calidad de vida laboral y desarrollo humano del trabajador. Por esto, y con el propósito de obtener mayor información y contraste, se amplió el rango a las micro, pequeñas, medianas y grandes empresas, haciendo esta vez contacto directo por medio de referidos, quienes hicieron el puente entre el directivo de la empresa y la Universidad Católica de Pereira, institución facilitadora del estudio en Colombia. En la realización de las entrevistas se pudieron lograr experiencias como la observación, el acceso a historias de vida y sonidos, entre otros, ajustándose a la fenomenología como método, teniendo en cuenta que “la investigación fenomenológica es la descripción de los significados vividos, existenciales. La fenomenología procura explicar los significados en los que estamos inmersos en nuestra vida cotidiana, y no las relaciones estadísticas a partir de una serie de variables, el predominio de tales o cuales opiniones sociales, o la frecuencia de algunos comportamientos”15. 15 RODRÍGUEZ GÓMEZ, G.; GIL FLORES, J.; GARCÍA JIMÉNEZ, E. Metodología de la investigación cualitativa. Ediciones Aljibe. Granada. (España). 1996, p. 40. 21 Las preguntas con las que se recolectaron los puntos de vista de directivos y trabajadores del nivel operario de las empresas del sector textil se presentan en el anexo 1 de este trabajo. El mundo de estas personas, sus experiencias, opiniones y valores se abordaron con la mayor objetividad, claridad y precisión posible sin dejar de lado una posición crítica interpretativa. Se trataba de entender los fenómenos y hechos a los que están vinculados los directivos y los trabajadores de las empresas del sector textil, que como ya se dijo, se eligió por ser uno de los más representativos del país en toda su historia. En el trabajo de campo se entrevistó, en primera medida, al directivo, que en todos los casos fue el gerente o coordinador. A este se le indagó sobre el trabajador más antiguo a quien se le aplicó la entrevista diseñada y luego, en las empresas que lo permitieron, se realizó una o dos entrevistas más a empleados elegidos al azar. Las declaraciones se registraron en audios que luego fueron desgrabados y solo algunas permitieron tomar fotografías de su planta de producción (Anexo 2). Finalmente, se logró abordar un panorama general de micros, pequeñas, medianas y grandes empresas y de manera muy especial de algunos talleres ilegales que sirven de maquiladores los cuales, por obvias razones, no permitieron grabar y menos aún fotografiar sus instalaciones. Por tanto, solo de algunas de las entrevistas reposan las evidencias, pero varias no aceptaron que se dijera su nombre ni el de las personas entrevistadas, aunque sí se recogió información importante. En todo este proceso se involucraron algunos expertos y actores que alimentaron el análisis con sus opiniones en diferentes momentos de la indagación como Hernán Hernández, director de ACOPI Centro Occidente, el directivo de la Escuela Nacional Sindical, José Luciano Sanín Vásquez, el líder sindical Fabio Olaya y algunos de sus compañeros de SINALTRAINAL, la ingeniera agroindustrial María Antonia López Castro y los abogados Luis Fernando Gallego y María Clara Buitrago Arango a quienes se les agradece su gran aporte y contribución en este trabajo. En este orden de ideas fueron once entrevistas a actores y expertos y veinte entrevistas a empresarios, empleados operarios y dueños de talleres maquiladores.