Estudio de los efectos de la estimulación con campos magnéticos estáticos sobre la corteza visual

Resumen

La vida está estrictamente relacionada con el medio ambiente, el medio ambiente se encuentra inmerso en campos magnéticos. Los campos magnéticos estáticos han sido utilizados por los seres humanos en el intento de tratar los trastornos de la salud, ya que se pensaba que podían tener efectos sobre el cuerpo y sobre el sistema nervioso. Las células del cerebro tienen propiedades eléctricas, y las conexiones entre las células cerebrales son en gran parte debido a un acoplamiento eléctrico. La relación entre los campos magnéticos y la electricidad es bien conocida. A pesar de una serie de informes sobre la posibilidad de que los campos magnéticos estáticos puedan interferir con las funciones fisiológicas del cerebro, hasta el 2011 no hemos tenido datos convincentes sobre los efectos de los campos magnéticos de intensidad moderada en humanos. Las técnicas neurofisiológicas no invasivas que pueden inducir plasticidad, modular la excitabilidad cortical o producir interferencias con la actividad normal del cerebro pueden ser útiles en el tratamiento de trastornos neuropsiquiátricos y en el ámbito del estudio de las funciones cognitivas. A estas técnicas se las conoce con el nombre de estimulación cerebral no invasiva. A partir de 2011, año en que se demuestra que los campos magnéticos estáticos pueden modular la excitabilidad de la corteza motora, la estimulación transcraneal con campo magnético estático (tSMS) ha entrado en la gran familia de las técnicas de estimulación cerebral no invasiva. En este trabajo presentaremos datos sobre los efectos de la tSMS sobre la corteza visual, para ello nos ayudaremos de una de las técnicas de registro electrofisiológico con mayor resolución temporal, el electroencefalograma. En la primera parte del trabajo hemos podido comprobar que la aplicación transcraneal de un campo magnético estático de unos cientos de milliteslas sobre la corteza visual humana produce un aumento focal de la actividad EEG alfa en región occipital, y que el mismo tratamiento se asocia a una disminución del rendimiento en una tarea de búsqueda visual alfa-dependiente. En la segunda parte hemos evaluado los efectos de los campos magnéticos estáticos sobre la fotofobia experimental evocada en sujetos sanos. Hemos comprobado que la tSMS sobre corteza visual es capaz de reducir el efecto de discomfort que produce un estímulo luminoso. Basándonos en nuestro trabajo podemos decir que la estimulación transcraneal mediante campos magnéticos estáticos (tSMS) de unos pocos cientos de militeslas aplicada sobre la corteza visual no sólo es capaz de interferir con la función normal del cerebro, proporcionando la primera demostración de que los campos magnéticos estáticos pueden evocar una modulación de la función cerebral que se manifiesta como un cambio de comportamiento en los seres humanos. Los efectos tanto neurofisiológicos como comportamentales inducidos por la tSMS pueden representar la base racional de la utilización de la tSMS como una herramienta muy útil en el tratamiento de los trastornos neurológicos en los que está involucrada esta corteza.