La atrofia cerebral como predictor de reperfusión endovascular fútil en el infarto cerebral agudo de circulación anterior
- Pedraza Hueso, María Isabel
- Juan Francisco Arenillas Lara Director
Universidade de defensa: Universidad de Valladolid
Fecha de defensa: 10 de xullo de 2020
- Ana Almaraz Gómez Presidente/a
- Antoni Dávalos Errando Secretario/a
- Mar Castellanos Rodrigo Vogal
Tipo: Tese
Resumo
La terapia endovascular (TEV) consigue una recanalización arterial completa en la mayoría de los casos, que con frecuencia se asocia a una importante mejoría clínica. Sin embargo, en el 50-60% de los casos, ocurre una recanalización fútil (RF). Entre los mecanismos implicados en la RF se encuentran aquellos relacionados con la reserva cerebral. La atrofia cerebral es uno de los factores relacionados con la reserva cerebral, su papel sobre la plasticidad cerebral y la RF ha sido escasamente estudiado en el momento actual. Objetivos: 1) Investigar el impacto pronóstico de la atrofia cerebral sobre el riesgo de RF en pacientes con ictus isquémico agudo tratados TEV. 2) Investigar si existe interacción entre el grado de atrofia cerebral y el volumen del infarto en la determinación del riesgo de RF. 3) Investigar si existe interacción entre la atrofia cerebral y la edad en la determinación del riesgo de RF. 5)Investigar si existe asociación entre la atrofia cerebral y variables pronósticas intermedias tras el TEV. Material y métodos: se estudiaron de forma consecutiva los pacientes con ictus isquémico agudo con oclusión arterial intracraneal de territorio anterior tratados mediante TEV con recanalización completa. La atrofia cerebral fue valorada en el TC basal mediante la escala de atrofia cortical global (GCA), el índice de Evans fue calculado para valorar la atrofia subcortical. El volumen del infarto fue evaluado en el TC control de 24 horas. La RF fue la principal variable del estudio y fue definida como dependencia funcional al tercer mes (Rankin > 2). Las interacciones de la atrofia cerebral con la edad y el volumen del infarto fueron estudiadas con modelos regresión. Resultados: 361 pacientes con ictus isquémico de territorio anterior fueron tratados con TEV, de los cuales 295 cumplieron todos los criterios de inclusión. RF fue observada en 144/295 (48.8%) pacientes. La atrofia cortical en región parieto-occipital y temporal fue asociada con RF. La puntuación total de la escala GCA y el índice de Evans fueron asociados de forma independiente con RF. Existió una interacción significativa entre la puntuación en la escala GCA y el volumen del infarto (OR 1.003, 95%CI, 1.002-1.004, p<0.001) y entre la puntuación en la escala GCA y la edad (OR 1.001, 95%CI, 1.001-1.002, p<0.001) en la determinación del riesgo de RF. Conclusiones: 1) Tanto la atrofia cerebral global, como la atrofia evaluada en las regiones cortical y subcortical por separado, emergieron como predictores de RF. Un mayor grado de atrofia cerebral comporta un mayor riesgo de RF. 2) Existe una interacción positiva entre el grado de atrofia cerebral y la edad a la hora de determinar el riesgo de RF tras la TEV. A mayor edad, la probabilidad de obtener buena respuesta tras la recanalización exitosa depende del grado de atrofia, decayendo a medida que el grado de atrofia es mayor. 3) El impacto de la atrofia cerebral sobre el riesgo de RF tras el TEV se encuentra amplificado por el volumen del infarto cerebral. A medida que el grado de atrofia es mayor, el volumen de infarto tolerado por el cerebro para alcanzar buen pronóstico va siendo progresivamente menor. 4) El grado de atrofia cerebral no se asocia ni a una menor probabilidad de recuperación neurológica precoz, ni a un mayor riesgo de transformación hemorrágica, ni a un mayor volumen de infarto cerebral tras TEV.