El Elogio del Horizonte de Chillida, un encuentro entre ciencia y arte

Resumen

A través de la investigación de los aspectos ingenieriles del Elogio al horizonte de Chillida, tales como materiales, ejecución de la obra, localización, forma y escala, se pretende demostrar la inequívoca relación entre la ciencia y el arte. El material escogido para esta escultura fue el hormigón, específicamente hormigón aluminoso con elevadas dosis de virutas de fundición y agua, conformando un material atípico para el arte e inapropiado para obra civil. En el artículo se describen de forma divulgativa los procesos fisicoquímicos implicados en la dosificación, encofrado, fraguado, curado, etc. del hormigón empleado, así como la interpretación artística de esta elección: el hormigón se interpreta como piedra artificial, como ese horizonte impostado entre lo que es del hombre y lo que es de la naturaleza. La localización de la obra, frente al horizonte, convierte a ese espacio en lugar, lo señala como punto de contemplación del entorno. La forma de la obra sugiere la idea de refugio, con su puerta abierta, animando a entrar, su ventana hacia el horizonte, su apertura superior hacia un tejado que es el cosmos. Contrapone la quietud de la estancia en el interior de la obra al movimiento exterior: las olas, el viento, la luz. Pese a ser un refugio, la escala de la obra es monumental, enfrentando al hombre con la dimensión inabarcable del cosmos. La conclusión de esta investigación acerca de los aspectos técnicos y artísticos del Elogio al horizonte, es que queda constatado el vínculo entre ambas formas de conocimiento. Se evidencia la relación indispensable entre ambos, ya que la obra no podría haber sido ejecutada, ni pensada, ni interpretada de no disponerse de conocimientos y herramientas propios de la ingeniería. Esta investigación abre camino a la integración de la cultura científica con la cultura artística como instrumento divulgativo.