La comunidad sorda como comunidad lingüística. Panorama sociolingüístico de la/s lengua/s de signos en España
- GRAS I FERRER VICTÒRIA
- Sebastià Serrano Farrera Director/a
- Esperanza Morales López Codirectora
Universidad de defensa: Universitat de Barcelona
Fecha de defensa: 27 de septiembre de 2006
- Jesús Tuson Presidente/a
- Josep Quer Secretario/a
- Xabier Falcón Ormazabal Vocal
- Ernest Querol Puig Vocal
- Joaquim Capdevila Capdevila Vocal
Tipo: Tesis
Resumen
El proyecto del Primer censo lingüístico de signantes en España, consistente en un Recuento censal y una Encuesta sociolingüística nos muestran que el número de signantes nativos esta decreciendo en este país, con lo cual podríamos decir que la lengua de signos está potencialmente amenazada. Además, los signantes muestran actitudes contradictorias ante su lengua: por una parte, un altogrado de identificación y deseo de inclusión en el sistema educativo y la administración, y, por otra parte, ambivalencia ante su valor como lengua instrumental y una gran inseguridad lingüística. Estos datos nos conducen a la conclusión de que existen una serie de disfunciones que están afectando el equilibro ecolingüístico de la comunidad, y, por lo tanto, las posibilidades de normalización/planificación de la lengua. En primer lugar, la reducción en el número de signantes nativos, causada pro los avances en materia de detección temprana de la sordera, pero también por la reforma del sistema educativo español en los años 80 (con la integración y la clausura de los colegios de sordos), está afectando a la vitalidad etnolingüística de la comunidad: la escuela ha dejado de ser el principal lugar de contacto con la lengua, lo que a su vez ha provocado un descenso en el grado de participación en las asociaciones de sordos. Estos dos lugares, la escuela y la asociación, han sido los dos pilares principales de la creación y el mantenimiento de la comunidad sorda en el pasado, es decir, su habitus lingüístico. En segundo lugar, el movimiento social de reivindicación delas minorías étnicas que abrazaron las comunidades sordas a nivel global a partir de los años 60, llega a nuestro pías a mediados de los 80. Con ello, los líderes de la comunidad, presidentes de asociaciones y profesores de la lengua de signos, se conforman con un grupo de presión informal, que reivindica la lengua de signos como una lengua minoritaria más del Estado. Est