La poesía inglesa de Fernando Pessoa
- Jordà Billinghurst, Madeleine
- Perfecto Cuadrado Fernández Director/a
Universidad de defensa: Universitat de les Illes Balears
Fecha de defensa: 14 de enero de 2016
- Carlos Paulo Martínez Pereiro Presidente
- María de Lourdes dos Anjos Marqués Pereira Secretario/a
- Filipa Maria Valido-Viegas de Paula Soares Vocal
Tipo: Tesis
Resumen
Como miembro de Orpheu, Pessoa es un poeta órfico; pero también es la personificación modernista de la figura mítica de Orfeo, quien con su lira y su canto cautiva a hombres y a fieras, transformando así el culto lunar al Baco orgiástico en el culto al Sol como manifestación objetiva del diossol invisible. El Pessoa órfico baja a los infiernos por su alma amada, a través del portal alegórico de Epithalamium; al mirar hacia atrás, y divisar el alma, la pierde por segunda y última vez, para siempre. Este poeta órfico ofrece su culto a Apolo en Antinous y cautiva, con la música de The Mad Fiddler, al hombre grosero, sacándolo de su estética lunar, para reavivar su fuego interior (el fuego órfico) y elevar su Conciencia, en la estética pessoana, a la esfera solar-divina. Pessoa, al igual que Orfeo, promete la salvación y la vida eterna a sus iniciados, mediante la introducción de los Misterios y de la filosofía hermética. Las islas mágicas de Pessoa son las islas de los bienaventurados del Paraíso órfico. En los poemas ingleses de Pessoa encontramos niveles y subniveles, un entrelazado de estructuras y de temas, de poema con poema, y de poemario con poemario. Existen una cohesión y un texto oculto que une a los cinco grandes poemarios. Pessoa no deja ningún cabo suelto. Pessoa conoce perfectamente el impacto que sus versos tienen sobre el lector. Primero, porque utiliza temas muy controvertidos, e incluso tabú, y, segundo, porque conoce profundamente el funcionamiento de la mente humana y cómo manipularla, para conducirla a la iniciación hermética. Su intuición y su genialidad conocen a la perfección la psique del lector y se permite jugar con ella, desarrollando el tema de cada poema y desarrollando cada verso acorde a las reacciones y respuestas intelectuales, emocionales y, a veces físicas, que el poeta ya anticipa en el lector. Juega con nuestras expectativas y no nos defrauda; es el juego del gato y el ratón; sólo el más intuitivo conocerá la verdad de sus poemas. El pecado no existe; lo único que hace la sociedad del autor es negar el conocimiento, la belleza y la felicidad. Esta enorme energía intelectual fue puesta a buen recaudo y canalizada emocionalmente en una actitud presuntamente altruista, la de querer instruir y elevar al pueblo llano. Pessoa nos demostrará que las aberraciones no son tales y que el verdadero pecado reside en lo que la sociedad considera “aceptable”. Pessoa es, además, un hombre avasallado por su miedo a la locura. La estructura repetitiva y circular atraen al lector a una temática obsesiva y casi psicótica en la que se ha creado un grado de intimismo y de complicidad en el lector, que el poeta utilizará como amortiguador de su propio dolor. El lenguaje de Pessoa es arcaico e innovador a la vez. Arcaico, en cuanto que imita el sonido y la cadencia de los poetas románticos ingleses y de la poesía de Shakespeare; es innovador, en cuanto que busca la sutileza de significados nuevos y originales, que se ajustan, única y exclusivamente, al verso en el cual están ubicados, no pudiéndose trasladar a ningún otro párrafo, ni tan siquiera a ningún otro poema. Su lenguaje está cargado de referencias esotéricas, utilizando una imaginería visionaria y oscura. Los recursos estilísticos, empero, que más lo definen son el neologismo, la repetición, el oxímoron y el hipérbaton. El neologismo cobra vida en sí mismo, constituyéndose como la base de una filosofía hermética, que el lector deberá intuir en su viaje a través de los grandes poemarios. La repetición, el oxímoron y el hipérbaton son el reflejo visual y formal de una mente enzarzada en el miedo a la locura.