From trees to moleculesThe invasive process of "Acacia dealbata" Link at different scales"
- Souza Alonso, Pablo
- Luis González Rodríguez Director/a
Universidad de defensa: Universidade de Vigo
Fecha de defensa: 23 de enero de 2015
- Pilar Castro Díez Presidente/a
- Susana Rodríguez Echeverría Secretario/a
- Sergio Roiloa Vocal
Tipo: Tesis
Resumen
Partimos de la definición de """"invasión biológica"""" como la capacidad de una especie de colonizar y persistir en una zona en la cual no había vivido previamente. Una gran parte de estas invasiones están originadas por la introducción de especies alóctonas de gran interés comercial (Rouget et al., 2002) que acaban siendo en su mayoría una gran amenaza para la conservación de sistemas naturales (Thelen et al., 2005) e influyen sobre la estructura y función de los mismos (Pattison et al., 1998). Una especie invasora es aquella que al expandirse fuera de su hábitat natural, presenta un crecimiento con efectos perjudiciales para la biota autóctona (Mack, 1997). De este modo, la especie invasora puede alcanzar una abundancia superior a la que poseía en su lugar de origen (Callaway et al., 2005) y establecerse como un monocultivo en el nuevo ambiente (Vivanco et al., 2004). Un claro ejemplo lo constituye la Acacia dealbata Link. en el Sur de Europa (Lorenzo et al., 2009). Se puede afirmar que la Acacia es un género cosmopolita ya que de las 1380 especies que la representan 1000 de ellas están en Australia, 144 en África (incluido Madagascar), 89 en Asia y unas 185 repartidas entre Norteamérica y Sudamérica. Acacia dealbata es un árbol autóctono en Australia, Tasmania, Victoria y Nueva Gales del Sur donde se superan los 500 mm de precipitación y aparece entre los 350-1000 metros de altitud sobre el nivel del mar. La invasión de """"malas hierbas"""" en Europa (Marchante et al., 2004"; Sheppard et al., 2006), Sudáfrica (French y Major, 2001) y los Everglades de Florida (Austin, 1978) representa una gran preocupación para los botánicos, conservacionistas y naturalistas de esos lugares quienes observaron que las especies responsables de la erradicación de la flora nativa eran mayormente individuos pertenecientes al género Acacia (Cronk y Fuller, 1995). La flexibilidad en su ecoespacio original (ambientes húmedos y secos, ecosistemas de ribera, pastizales¿) propicia su capacidad de invasión en el Sur de Europa lo que conlleva la baja cobertura y disminución de las especies de sotobosque (Carballeira y Reigosa, 1999). Podríamos decir que amenazan el hábitat nativo compitiendo con la vegetación indígena, disminuyendo considerablemente la biodiversidad y aumentando las pérdidas de agua de las zonas de ribera (Hoffmann et al., 2002). La mimosa, como se conoce comúnmente a la A. dealbata, también ha invadido otras partes del mundo como por ejemplo Sur África donde consiguió invadir pastos y tierras de cultivo a raíz de su introducción como recurso económico. Representa una amenaza sobre la biodiversidad autóctona, influyendo además negativamente a los acuíferos por las grandes cantidades de agua que necesita (de Neergaard et al., 2005). Hoy en día Francia, Italia, Portugal y España se ven afectados por la presencia de otras especies del género Acacia, A. melanoxylon y A. longifolia. Acacia dealbata se introdujo en Europa en el año 1820 (Sheppard et al., 2006) como especie ornamental y llegó a Galicia alrededor de los años 40 del pasado siglo (Reigosa, 1987). Actualmente A. dealbata está naturalizada en el Suroeste de Europa (Tutin et al., 2001; Sheppard et al., 2006) formando densas colonias, que invaden la vegetación nativa, tanto en zonas de ribera como cursos de los ríos, bordes soleados de los pinares, pendientes de orientación sur y oeste, etc. La gestión de la mimosa resulta un serio problema debido a su tendencia de invasión de áreas de cultivo y bosques nativos (Blakesley et al., 2002). A. dealbata invade fácilmente espacios de uso agrícola (como cultivos vitícolas) y alejados del mar (Aguiar et al. 2001). De hecho constituye una especie problemática en Portugal (Almeida y Freitas, 2006), noroeste de España (Carballeira y Reigosa, 1999) y Francia e Italia donde es dominante en el litoral mediterráneo (Sheppard et al., 2006). En este momento en Galicia, los ecosistemas de ribera y terrenos de cultivo de las provincias de Ourense y Pontevedra están siendo seriamente dañados por A. dealbata. La expansión por nuestro territorio comenzó alrededor de 1940 debido a su uso para asentar los taludes del ferrocarril, extendiéndose por gran parte de la red ferroviaria y de ahí su extensión a las carreteras. Sus características (rápido crecimiento y diseminación) la hacían la especie ideal para fijar los terrenos de las laderas abruptas. Trabajos previos del grupo de investigación revelan procesos de invasión en la zona del Ribeiro, concretamente en los ayuntamientos de Ribadavia, Carballeda de Avia, Leiro y Beade. La mimosa se implantó en la zona, hace décadas, como materia prima para la elaboración de tutores en los viñedos. El problema se presentó cuando los viñedos quedaron abandonados a causa de la emigración de sus cuidadores y cambios en el manejo tradicional del viñedo; ocasionando el avance de la mimosa tanto por sus semillas como por los rebrotes de sus raíces. La invasión del Ribeiro comienza ahora en otros muchos puntos de Galicia, como Valga, O Castrove, Barro, Meis, etc., en donde también se están modificando los usos agrícolas. Un caso importante, no por su extensión sino por la importancia del medio ocupado, lo constituye la Reserva de la Biosfera de Allariz, donde existen 80 hectáreas ocupadas por la especie australiana. Los espacios que conquistan constituyen bosques de vegetación autóctona que previamente sufrieron algún tipo de perturbación, principalmente incendios. Otro caso similar ocurre en el Espacio Natural Os Ancares-O Courel, en donde por climatología, presencia de heladas tardías, o altitud no era esperada su presencia. Sin embargo, trabajos previos han certificado la presencia de masas de mimosa próximas a los 900 metros amparadas por laderas de orientación sur en los márgenes de los ríos. La pérdida de población en estas zonas y, por tanto, los cambios de uso de las tierras de cultivo, constituyen un espacio potencialmente apto para la invasión de A. dealbata. Acacia dealbata compite con las especies de sotobosque en Galicia por agua, luz, nutrientes y espacio. Los problemas que en la actualidad causa a la comunidad vegetal y social hacen que el control efectivo de esta especie como invasora sea una necesidad para la adecuada gestión del espacio natural. En este momento no se encuentran métodos efectivos de control en la bibliografía, aunque ya se realizaron algunos estudios preliminares intentando identificar agentes de biocontrol (Den Berg, 1982 e Zimmermann et al., 2004) estos no fueron concluyentes y, aun que en cierto modo limitan la germinación de las semillas, no afectan al árbol o a las plántulas ni evitan la activa propagación vegetativa de la especie (Neergaard et al., 2005). En la actualidad existen críticas al uso del biocontrol, ya que el agente controlador introducido en el ecosistema invadido es también una especie exótica, y el ecosistema puede ser susceptible a una nueva invasión provocada por este agente controlador. En este sentido, para evitar que la mimosa ocupe nuevos espacios, la práctica más aconsejable son las medidas preventivas de su dispersión manteniendo en buen estado la cubierta vegetal natural y luchando contra los incendios que favorecen la expansión. Con el fin de restaurar las zonas ocupadas en los últimos años se están siguiendo, especialmente en Sur África, tres caminos: control mecánico, en donde se retiran físicamente cortándolas por debajo de la superficie del suelo y removiendo con posterioridad la capa superficial. Control biológico, en donde existen experiencias con insectos (Melanterius maculates Lea) que deterioran las semillas, hongos (Cylindrobasidium leave (Pers.)Fr.) que colonizan los tocones cortados y cabras que comen los brotes tiernos de los árboles más jóvenes. La introducción de especies foráneas para controlar otra especie es un tema controvertido en este momento y no está justificada su utilización. Control químico especialmente formulaciones derivadas del glifosato (glifosato 32% (sal trimésica) [SL] P/V TERMINO®; Bayer Hispania, S.A ), triclopir (triclopir ester butiexietilico 48% [EC] P/V GARLON 4®; Dow Agrosciences Ibérica, S.A.) e clopiralida (clopiralida 42,5 % [SL] P/V - LONTREL SUPER®;" Dow Agrosciences Ibérica, S.A.). Una combinación de estas vías de control está siendo más efectiva que la utilización individual. Así áreas que fueron tratadas mecánicamente son replantadas con vegetación natural para aumentar la competencia con los rebrotes de mimosa y en otros casos posteriormente a la retirada mecánica de las árboles de A. dealbata se aplica un tratamiento con herbicida para eliminar los rebrotes de las plántulas de mimosa y reducir la competencia para el establecimiento de las especies autóctonas. El objetivo global expone conocer la relación existente entre la capacidad de invasión de A. dealbata (estudiada en el desarrollo del proyecto de referencia PGIDIT05RAG31001PR) y distintos grados de perturbación del suelo asociados a su calidad y flora edáfica diseñando mecanismos de control efectivo que permitan confinar o erradicar las poblaciones invasoras de mimosa. Contestar, por tanto, dos preguntas perentorias: ¿qué características de A. dealbata modifican la calidad del suelo favoreciendo su dispersión? En función de los resultados obtenidos ¿qué mecanismos de control pueden ser más efectivos? La obvia aplicación práctica será el desarrollo de técnicas de control efectivas con el fin de reducir la expansión de A. dealbata y la pérdida de biodiversidad. Los objetivos subsidiarios a este serán: - Cuantificar el efecto de la invasión de A. dealbata sobre la calidad de los suelos. - Valorar las diferencias en cuanto a la actividad microbiana del suelo inducidas por la presencia de A. dealbata. - Modelizar la importancia del suelo en la capacidad invasora de A. dealbata. - Valorar los efectos de la presencia de A. dealbata sobre la diversidad de la fauna edáfica presente. - Establecer mecanismos efectivos de control amigables con el entorno. - Estudiar los efectos ecofisiológicos inducidos por la aplicación de los métodos de control seleccionados sobre A. dealbata y las especies asociadas al espacio de invasión.