La captación de la imagen en la pintura de Caravaggio

  1. Fraga López, Fernando
Dirixida por:
  1. Antonio Amado Director

Universidade de defensa: Universidade da Coruña

Fecha de defensa: 26 de setembro de 2013

Tribunal:
  1. José Antonio Franco Taboada Presidente
  2. Plácido Lizancos Secretario
  3. Federico Arévalo Rodríguez Vogal
  4. Carmen Escoda Pastor Vogal
  5. Ángela García Codoñer Vogal
Departamento:
  1. Expresión Gráfica Arquitectónica

Tipo: Tese

Teseo: 350716 DIALNET lock_openRUC editor

Resumo

a.- RESUMEN a.1.- ANTECEDENTES: Tras el anuncio oficial del desarrollo del Daguerrotipo y la posterior aparición de la imagen fotográfica en la segunda mitad del siglo XIX, el hombre adquiere por fin la capacidad técnica de fijar sobre una superficie la imagen proyectada por una ¿cámara oscura¿ a través de medios físico-químicos. El objetivo común de toda la tradición pictórica anterior, la imitación objetiva de la realidad tal como la perciben los sentidos, es en ese momento un hecho. Habían sido necesarios siglos de continua evolución en las artes y las ciencias, además del esfuerzo de generaciones enteras de artistas, investigadores y científicos, para conseguirlo. Sin embargo, el pintor ha perdido en el camino algo que condicionará todo el mundo del arte en lo sucesivo; el daguerrotipo prescinde de ¿la mano del artista¿ por primera vez en toda la larga historia de la representación de la realidad. Desde el momento que en la Prehistoria el ser humano fue consciente de su propia imagen -quizás al verla reflejada en el agua-, hasta las actuales imágenes de ¿realidad virtual¿ generadas por sofisticados programas informáticos, se ha recorrido un largo camino. En la actualidad podemos observar ecografías tridimensionales del interior del cuerpo humano o los confines del universo, y apenas nos sorprendemos. No somos conscientes del gran esfuerzo realizado por nuestros antepasados, a lo largo de los siglos, por estudiar, o comprender las imágenes que percibían, y lo que les costó ser capaces de representarlas. Es ahora, que parece que hemos llegado a la meta de tan afanosa carrera por la veracidad en la representación, cuando pretendemos echar una mirada al pasado, y aprovechándonos del privilegio de disponer de las modernas herramientas digitales, analizar como se desarrollaron determinados aspectos de la continua evolución en pos de LA CAPTACIÓN DE LA IMAGEN. EL TEMA. OBJETIVOS, JUSTIFICACIÓN Y DELIMITACIÓN CRONOLÓGICA. La experiencia de trabajar en la docencia de materias relacionadas con la expresión gráfica arquitectónica: dibujo a mano alzada, geometría descriptiva y dibujo asistido por ordenador, así como los intereses personales del doctorando hacia el mundo relacionado con la pintura y el dibujo, han influido de manera decisiva en la elección de ¿La captación de la imagen¿ como tema de investigación en forma de Tesis Doctoral. Las posibilidades que la combinación de materias ofrecían nos hicieron pensar en que, sin duda, sería provechoso desarrollar un estudio que profundizara en la utilización del conocimiento científico (sobre todo de la óptica) por parte de los artistas en sus obras antes del Renacimiento. Desde las primeras consultas bibliográficas y lecturas al respecto quedó claro que era un tema polémico y apasionante que había sido estudiado en profundidad por numerosos autores: Entre ellos, Martin Kemp (1990), Lawrence Wright (1983), y más recientemente, y con una importante repercusión mediática, David Hockney (2001). Lejos de suponer un freno u obstáculo, la existencia de estos precedentes incentivó nuestra curiosidad e interés, haciendo que el tema nos resultara aún más atractivo. En ellos quedaban sin resolver interrogantes suficientes como para permitir una nueva investigación. Además, a medida que comenzamos a recopilar información histórica sobre el desarrollo del conocimiento vinculado a la imagen y a su posible utilización -la ¿cámara obscura¿ de Ibn al-Haytham en el siglo X sería el ejemplo más evidente-, aparecieron ante nuestros ojos nuevas ramas susceptibles de ser analizadas e investigadas. Los estudios citados, siendo excelentes, se separaban en ocasiones de los aspectos por los que discurrían nuestros propios intereses. No se trataba de estudiar una vez más la evolución de la tradición pictórica realista en cuanto a etapas, obras y autores, sino los medios y recursos prácticos de que disponían los pintores y artistas en cada momento. Como muchos otros, teníamos el convencimiento de que el desarrollo de las leyes de la perspectiva no había sido la única explicación a los cambios producidos en la representación a partir del siglo XV. Pretendíamos poder llegar a alguna clave objetiva que nos ayudara a entender lo que no nos contaban los cuadros. Durante un tiempo nos acompañó la duda acerca de la viabilidad de nuestro cometido, puesto que las supuestas evidencias que íbamos encontrando podían parecer simplemente pruebas circunstanciales, adaptadas a nuestro propio deseo. Además teníamos la impresión de que aunque encontráramos pruebas efectivas de lo argumentado, siempre se les podría dar la vuelta para que todo siguiera igual. Finalmente, el comprobar que en la actualidad sigue vigente entre numerosos artistas la utilización de instrumentos de ayuda al dibujo y que este hecho es sistemáticamente negado, nos hizo reemprender la investigación con un punto de partida claro. Conocer en profundidad los distintos métodos e instrumentos desarrollados, a lo largo de toda la Historia, para ¿mejorar¿ o facilitar la labor de traslación de los datos visuales al lienzo o al papel y que pudieran ser utilizados por los pintores. Calibrar cuáles de ellos podrían haber sido los causantes del salto de representaciones medievales a otras pre-fotográficas. Y comprobar si en los rastros dejados por los pintores realistas quedaban ¿huellas¿ de una posible ayuda óptica en su trabajo más allá de meras suposiciones. Admitiendo como punto de partida estos supuestos, se fueron definiendo los distintos apartados que ofrecían interés como hipótesis de trabajo. Todos ellos relacionados de alguna manera con la idea original de estudiar la evolución del conocimiento con respecto a la captación de la imagen y sus usos. El intervalo cronológico a estudiar quedaba acotado por la necesidad de abordar el problema con la suficiente perspectiva; la revisión panorámica de la tradición pictórica "realista" efectuada, confirmó la posibilidad de entender el desarrollo de la representación descriptiva de la realidad como una continua evolución, que arrancando en los primeros y titubeantes intentos figurativos de los hombres del Paleolítico, avanzó hacia la conquista definitiva de las apariencias naturales. Superiormente el trabajo se extendió hasta la aparición del pintor Michelangelo Merisi, llamado Caravaggio (1571-1610), ya que su obra era, sin duda, pre-fotográfica, y -debido a su escaso número de obras-, abarcable.