Repercusión del Ai Chi en el equilibrio de las personas mayores
- Olabe Sánchez, Pablo Javier
- Andrés Martínez-Almagro Andreo Director/a
- Rosa Meijide Faílde Directora
- Francisco Maraver Eyzaguirre Director/a
Universidad de defensa: Universidad Católica San Antonio de Murcia
Fecha de defensa: 12 de julio de 2013
- Francisco de la Gala Sánchez Presidente/a
- José Luis Martínez Gil Secretario/a
- Luis Palomeque del Cerro Vocal
- Mª del Carmen Calvo López Vocal
- Frederico José Teixeira Vocal
Tipo: Tesis
Resumen
La propuesta de un envejecimiento activo de la población dada por la Organización Mundial de la Salud muestra relación con las actividades de la vida diaria. Acciones básicas como el desplazarse, alimentarse o mantener una higiene física requieren una participación constante del cuerpo y de su control postural. Por otra parte, la inestabilidad y las caídas en las personas mayores no son puramente fruto del azar y, actualmente, representan uno de los principales objetivos de la gestión sanitaria mundial debido a su elevada prevalencia. La actuación de los distintos profesionales sanitarios en la prevención de las caídas puede enfocarse desde los tres niveles posibles: primaria, secundaria y terciaria. Diversos metaanálisis plantean la necesidad de realizar actividad física de fuerza y el estímulo del equilibrio como herramientas útiles para la prevención de las caídas, siendo ésta la base de nuestro trabajo. Dentro de las posibilidades de la terapia física, el medio acuático muestra una serie de propiedades naturales útiles para cualquier actividad de reeducación terapéutica. De entre los diferentes usos y técnicas que podemos encontrar en este medio, el Ai Chi nos ofrece una serie de características que consideramos oportunas para el estímulo del equilibrio. Esta técnica, de origen japonés, plantea una secuencia de movimientos activos de baja velocidad, realizados dentro del agua y combinados con la respiración. Basándonos en el tipo de movimiento, progresión y entorno que utiliza el Ai Chi, consideramos que puede ser una vía complementaria de acción directa para utilizarla como herramienta de prevención y actuación frente a las caídas. Además, realizando esta técnica en un medio acuático termal, favorecemos la distensión de los tejidos, logrando una movilidad más fluida. Por ello, nos hemos planteado realizar un ensayo clínico aleatorio con el que poder conocer si la aplicación de un programa de terapia acuática, basado en esta técnica, mejora el equilibrio de las personas mayores del programa de termalismo social del IMSERSO (Instituto de Mayores y Servicios Sociales). Para ello, seleccionamos a un total de 54 personas con riesgo de caída, entre 60 y 85 años de edad, que asistieron a un periodo de cura termal de 12 días en el Balneario de Archena, y las distribuimos aleatoriamente en dos grupos: control, que realizó el tratamiento termal pautado por los médicos hidrólogos del balneario; y experimental que, además de éste, participó en un mínimo de 12 sesiones de Ai Chi durante su estancia. Un fisioterapeuta externo evaluó el equilibrio de los participantes con el test Timed Up & Go, al inicio y al final de su estancia. De forma accesoria, aplicó un test de movilidad articular y de dolor.