Mecanismos involucrados en la regulación de la homeostasis energética por diferentes factores obesogénicos

Resumen

La obesidad es actualmente la enfermedad nutricional más frecuente en los países desarrollados. Su etiología en cierto sentido es clara, un desequilibrio en el balance energético, bien por un incremento crónico de la ingesta o por una disminución del gasto. Son muchos los factores que contribuyen a este desequilibrio. Así, eventos neonatales, como la androgenización neonatal en hembras o la sobrealimentación postnatal tienen efectos deletéreos sobre el metabolismo energético en la edad adulta. Asimismo un aporte energético excesivo en forma de dieta alta en grasa o un déficit de estrógenos provocado por ovariectomía contribuyen a agravar dichos efectos. El objetivo de la presente tesis fue el estudio de un animal de fenotipo obeso desencadenado por la exposición de forma secuenciada de los factores obesogénicos anteriormente descritos. El estudio fue realizado en ratas hembra de la cepa Sprague-Dawley. Obtuvimos que el efecto conjunto de los tres factores estudiados provocó un aumento extremadamente significativo del peso corporal y del porcentaje del tejido adiposo, mayor que el observado por la acción individual de cada uno de ellos. Este efecto estuvo mediado en parte por un aumento de la ingesta y modificación del programa termogénico en el tejido adiposo pardo. Además estos animales presentaron elevados niveles de colesterol total, triglicéridos, ácidos grasos libres, glucosa y lactato. Una marcada hiperleptinemia y una drástica reducción de los niveles de adiponectina. Por otra parte, la dieta alta en grasa y la ovariectomía disminuyeron la vía lipogénica en el tejido adiposo visceral, mientras que la ovariectomía provocó un aumento de la gluconeogénesis hepática. Encontramos también que los niveles de estrógenos modificaron el metabolismo del hierro en el tejido adiposo visceral e hígado. La androgenización neonatal contrarrestó el efecto de la sobrealimentación postnatal sobre el peso y composición corporal. Este efecto fue debido en parte a una disminución de la ingesta y a un aumento de la actividad termogénica en el tejido adiposo pardo. Además, eventos en las primeras etapas de la vida, como la androgenización neonatal o la sobrealimentación durante la lactancia, potenciaron el efecto orexigénico de ghrelina.