La organización de la administración presupuestaria central en Españaanálisis del impacto

  1. Álvarez Santamaría, Francisco José
Dirigida por:
  1. Mariano Baena del Alcázar Director/a

Universidad de defensa: Universidad Complutense de Madrid

Fecha de defensa: 11 de enero de 2016

Tribunal:
  1. Juan Gómez Castañeda Presidente/a
  2. José Vicente Gómez Rivas Secretario/a
  3. Manuel Villoria Mendieta Vocal
  4. José Manuel Sánchez Saudinós Vocal
  5. Laura Román-Masedo Vocal

Tipo: Tesis

Resumen

Es la Administración diferente tras la reforma política y de la estructura del Estado? La hipótesis: que las condiciones tecnológicas y el nuevo entorno político habían cambiado el presupuesto. La conclusión: la reforma política y la inversión en técnica no han creado un presupuesto más democrático y eficaz. Es un estudio del poder que incorpora dos visiones: la política global, y una visión micro que enlaza con el trabajo de los funcionarios y la gestión. De los factores administrativos tratamos los medios financieros, y de las funciones, la de mantenimiento. El presupuesto interviene en la decisión, la implementación y la ejecución. Es un estudio de la burocracia y de las relaciones entre grupos, tomando decisiones dadas y decisiones propias. A los objetivos de la organización se añaden fines que los ministerios tienen y los objetivos de los grupos. Los recursos humanos son elemento clave, por ser medio y protagonista, ya que son personas con capacidades y con intereses propios no identificables con los organizativos. Se identifican culturas organizativas propias. Se parte de señalar dos notas: el incrementalismo y el protagonismo de la Intervención. Se divide el presupuesto en un período hasta 1957, de inercia del presupuesto clásico, y un período desde la convulsión administrativa de 1957 hasta 1967. En el primero, el presupuesto es un útil para el control sin mejora, la Intervención domina la organización. El segundo cuestiona el presupuesto de control, esto es el papel de la Intervención, con la reforma. Surge un órgano competente en gasto público, de 1963 a 1967 una DGP no controlada por la Intervención que comparte el proceso con la Presidencia. El período 1967/1977 es de transición y retroceso. Incorpora ideas sobre las nuevas técnicas, que se llevan a la legislación. Comienza la crisis de los principios clásicos y se da una involución organizativa que devuelve el dominio de la presupuestación a los interventores y la falta de medidas para renovar el presupuesto. La denominación la transición hacia las nuevas ideas-técnicas presupuestarias, da idea de que el presupuesto por programas esté presente en toda modificación. El período 1977/1982 supone el claro contraste entre la gestión tradicional del presupuesto y los nuevos enfoques, su equilibrio. Se dan en apariencia numerosos pasos para llevar a la realidad lo previsto en la Ley General Presupuestaria sobre el nuevo presupuesto por programas. Pero la ebullición de órganos y de medidas no va acompañada de una revisión de las taras del presupuesto español. La etapa 1983/1996 agudiza hechos anteriores: déficit público, entes sin control y disminución del control. Esto conlleva menor capacidad para controlar los gastos y una gran desviación de estos. A la vez se produce un olvido de los principios presupuestarios, con falta de tensión legislativo- ejecutivo, se pretende realizar las tareas pendientes desde 1977, culminar la reforma modernizadora. La presupuestación por programas, la plurianualidad y la inserción del presupuesto tradicional en su envolvente económico-financiera, son infructuosos en 1996. Tres situaciones priman en esta historia, pero son modelos coexistentes. En el primero Hacienda parte de los ingresos-gastos. Los medios informáticos permiten el statu quo ante, el de la Intervención. En la segunda visión, la dimensión administrativa importa menos y el presupuesto es instrumento de política general y social y para la política económica. La nueva idea introduce cambios en la organización, cuestionándola con nuevos sujetos: Presidencia y Economía. El presupuesto rompe sus límites orgánicos considerando los programas públicos. Entran los clientes: ministerios negocian con Hacienda fondos, distribución interna y margen de maniobra. Implica otra manera de trabajar en la que la discusión no son las cifras económicas y los modos de relacionarse exceden a Hacienda.